lunes, 30 de abril de 2012

Valencia


Valencia vale la pena irla a visitar con niños. Se trata de una ciudad normal y corriente, no muy grande. Sin embargo hay toda una zona nueva que es realmente impresionante. Se trata de la Ciudad de les artes i la ciencia. Es todo un complejo de edificios dedicados a la divulgación científica y cultural. Es un proyecto impulsado por la Generalitat Valenciana que sorprende por su arquitectura vanguardista, obra de Santiago Calatrava y Félix candela.


Recorriendo sus edificios conocerás diferentes maneras de conocer ciencia y tecnología o rodearte de naturaleza y arte.
Se trata de una zona que se puede visitar en uno o dos días.


El Oceanográfico

Se trata del mayor acuario de Europa. Cada edificio se identifica con los ambientes acuáticos que alberga: Mediterráneo, Humedales, Mares Templados y Tropicales, Océanos, Antártico, Ártico, Islas y Mar Rojo, además del Delfinario. En todos ellos se descubre la perfección de la natura submarina, y sorprende a los más pequeños.
El espectáculo de los delfines con entrenadores profesionales es muy recomendable. Disfrutareis de sus piruetas y los niños conocerán más cosas acerca de estos mamíferos.
Además el Oceanográfico  contribuye a la recuperación de fauna y flora protegida, promoviendo ante sus visitantes un mensaje de conservación y respeto por el medio ambiente.






Mueso de las ciencias Príncipe Felipe

Este museo se ha convertido en un referente mundial de la actualidad científica y tecnológica. No es un museo convencional, su objetivo es fomentar la interactividad. Sus exposiciones son pensadas para sorprender y conocer cosas que nunca te habrías parado a pensar.


El palau de las arts

Se trata quizás del edificio más impresionante del complejo, está pensado ara actuaciones musicales en directo. Desde su exterior se puede apreciar su arquitectura en forma de pelota gigante. Nosotros no entramos, ya que no hacían nada especial aquel día.



Umbracle

Es un mirador con una zona expositiva. Es un sitio perfecto para relajarse y disfrutar de la vista, desde allá se ve la globalidad de los edificios combinados con los jardines y los pequeños estanques artificiales de alrededor. En este paseo se encuentra también el ‘’Jardín de la Astronomía’’, nos muestra nuestro sistema solar. En el mismo paseo encontramos una exposición de algunas de las banderas del mundo en forma de caramelos gigantes. Aquí todos los extranjeros se sienten bienvenidos.






Hemisfèric (IMAX)

El edificio es una cúpula gigante que alberga un IMAX. Al entrar se puede disfrutar de  una exposición de fotos donde se recopila el proceso de construcción de todo el complejo. La grandiosidad de la pantalla, la cual es una cúpula y la nitidez de la imagen y el sonido conseguida en la proyección, hacen que ésta sea una experiencia con un realismo excepcional se trata de cine educativo, se puede elegir entre varias películas, todas ellas cuentan una historia de la natura.



Ágora

Es un edificio especialmente para eventos. Alberga actividades artísticas e innovadoras como desfiles de moda o exposiciones de pintores tanto nacionales como internacionales.




viernes, 20 de abril de 2012

París


Hoy iremos más cerca, París. Esta ciudad es conocida como la ciudad de las luces o bien la ciudad del amor. Dependiendo de la experiencia que uno haya tenido la catalogará por un nombre u otro, lo que es indiscutible es que es maravillosa.



Hay muchas ofertas y un billete de avión desde España puede salir muy barato si se mira con antelación. Yo estuve tres días y me faltaron muchas cosas por ver, por esto recomiendo ir con más tiempo y relax.
Nosotros nos alojamos en casa de una amiga, y tuvimos la suerte de poder ahorrar en estancia, ya que allá está todo exageradamente caro. Los primeros días hacía un frío impresionante (era octubre) pero nada nos impidió de salir a vivir la ciudad.


Torre Eiffel

Fue construida para la exposición universal de 1889. Al principio, sus estructuras de hierro alzándose entre las calles de la ciudad, les parecieron horrendas a la mayoría de ciudadanos sin embargo, con el paso del tiempo todo el mundo se acostumbró a la ‘dama de hierro’ y ahora es el icono inconfundible de la capital francesa.
Es sin duda un ‘must’ cuando se visita la ciudad. Es una estructura que se entrevé desde calles adentradas, entre edificios y barrios diversos. La estructura está rodeada por unos jardines verdes que le dan vida y color al monumento. Es muy recomendable hacer un picnic frente la Torre Eiffel y disfrutar de la maravillosa vista. Se puede subir y ver las vistas vertiginosas, pero eso significa hacer un mínimo de 30 minutos de cola.




Notre Dame
Es una de las catedrales más bonitas que he visitado. Su imagen remite a la famosa película Disney ‘’El jorobado de Notre Dame’’, la cual calcó a la perfección su esencia. Es más recomendable subir a ver las vistas en la catedral que en la Torre Eiffel ya que hay menos cola y es algo más barato. En sus inicios la catedral estaba rodeada de calles y casas que abarrotaban la vista. Más adelante se remodeló el espacio, y ahora los ciudadanos y visitantes disfrutan de una amplia plaza.
Hacer un paseo por el río Sena vale mucho la pena, se aprecian unas vistas increíbles.




Campos Eliseos, plaza de la Concordia y arco del triunfo

Es una avenida un grande, se dice que de la más famosa y bonita del mundo. Va desde el Arco de Triunfo hasta los Campos Eliseos. A lo largo de la avenida se encuentran elegantes y exclusivas tiendas como Chanel, Dior, Luis Vuitton, Cartier, entre otras. Es ideal para hacer un paseo de lo más tranquilo.
La Plaza de la Concordia está rodeada de jardines y se encuentran varios edificios públicos majestuosos: El Palacio del Descubrimiento, el Pequeño Palacio y el Gran Palacio. Es una plaza muy amplia, sin embargo no es plenamente peatonal.
El arco de triunfo es uno de los elementos que se encuentra en muchas ciudades europeas. Este fue idea de Napoleón tras su victoria. Bajo el arco yace la tumba de un soldado francés muerto en combate.



Montmartre y basílica del Sacré Coeur

Es una colina situada en la orilla derecha del río Sena, la basílica es el punto culminante de la colina de Montmartre.
Se trata de un barrio donde artistas se alojan e inspiran. Artistas como Johan Jongkind y Camille Pissarro comenzaron a habitar Montmartre. Es uno de los principales centros artísticos de París. Hay muchos artistas que hoy en día aun exponen sus obras en las encantadoras calles de Montmartre. Pasear entre el arte y tener la ciudad de París a tus pies es algo que no tiene precio.


Los museos:

Louvre:

Es uno de los museos más importantes y grandes de mundo. Sólo el exterior, con sus pirámides de vidrio, ya vale la pena verlo. En él se albergan infinidad de pinturas, eculturas, arqueología y artes decorativas de carácter impresionista. Dicen que si uno se parase a mirar durante 3 segunda cada una de las obras tardaría 3 meses en acabar. Lo mejor es ir directo a las secciones que a uno le interesan más. Es imprescindible sin embargo entrar a disfrutar de la famosa sonrisa de la ‘’Mona Lisa’’.


Rodin

La colección del museo está formada por mármoles, bronces, pinturas, yesos, ceras, cerámicas, pastas de vidrio, y diseños de Rodin junto con obras de otros artistas como Camille Claudel, Monet, Renoir o Van Gogh. El museo posee alrededor de seis mil seiscientas obras escultóricas, entre las que destacan El Beso y El Pensador.
Sus sobras se albergan en un mini palacete de estilo neoclásico, rodeado por unos perfectamente cuidados jardines verdes.

POSTRES

Chicos, ¡estamos en París! ¿Qué sitio mejor que este para la repostería? Recomiendo que cada mañana vayáis a una pastelería a daros un caprichito para desayunar, los croissants que parecen de lo más normales tienen un sabor muy diferente al que estamos acostumbrados. Por otro lado hay los pequeños pastelitos y los postres. Personalmente recomiendo unos en concreto:
La Dureé : se trata de unos pastelitos individuales de distinto sabor, que se derriten en la boca. Hay que probarlos. Las tiendas de la Dureé están siempre abarrotadas de gente haciendo cola. Antes de irse de la ciudad es indispensable probarlos o llevarlos como recuerdo.









miércoles, 11 de abril de 2012

México


Aterrizo en Ciudad de México, y desde el avión no se ve su fin. El horizonte está marcado por un sinfín de edificios. El pasajero que se sienta a mi lado me señala la Torre Latino, iluminada en la noche. Estoy emocionada, mis amigos me esperan.

Ciudad de México (DF)

Como he dicho, esta ciudad es increíblemente grande, casi imposible recorrerla toda y conocer todos sus rincones. Se trata de una de las ciudades más pobladas del mundo.
Las distancias aquí son muy grandes, así que todo el mundo utiliza su coche. Me doy cuenta que el tráfico es terrible y los conductores conducen con locura, dando frenazos, a alta velocidad y cometiendo infracciones como si nada. Es algo que impacta para aquellos que no están acostumbrados.
¿Y la gente? Sencillamente encantadora. Todo el mundo me recibe con los brazos abiertos y sonrisas, conocidos y no conocidos. Te dan la bienvenida a su país con el corazón abierto.



La condesa

Sin tiempo para descanso, y con ‘jet lag’ en el cuerpo, me dirijo a La Condesa con muy buena compañía. La Condesa es un barrio muy movido y juvenil. Está repleto de bares y discotecas. La noche es joven, mi acompañante me lleva al ‘Ice Bar’, se trata de un bar hecho de hielo, sus sillas, sus copas, sus mesas, todo es de hielo. Evidentemente allí la temperatura es muy baja, y los trabajadores te prestan guantes y un abrigo… y por supuesto nos sirven Tequila. Es una experiencia exótica y refrescante.
Seguimos en el mismo barrio y después de recorrer las calles en busca de unas buenas micheladas (cerveza con aromas y especies) entramos a la discoteca ‘AM’ un sitio muy reconocido donde ponen música electrónica.

El centro histórico

El distrito Federal está construido encima de un antiguo lago, lo cual significa que la base no es sólida y los ingenieros están haciendo arreglos continuamente y planeando estructuras más sólidas. Es justificable entonces que viendo una calle de alrededor del Zócalo (plaza) se vean todos los edificios torcidos, incluso la catedral y los museos. Es increíble ver éste fenómeno ya que todo el mundo está acostumbrado a ver una ciudad perfectamente alineada.
Con un grupo de amigos organizamos la salida al centro histórico.

El museo de bellas artes

Es en toda clave, un monumento artístico. El edificio en sí deslumbra alzándose entre el tráfico y  dando un toque de atención con su cúpula dorada.
Destacan sus paredes pintadas por famosos muralistas: Roberto Montenegro, Jose Clemente Orozco y Diego Rivera entre otros. Personalmente los murales que más me impresionaron fueron los de Diego Rivera. Estas son las exposiciones permanentes, hay también exposiciones temporales.



Para tomar algo

Saliendo del museo, necesitamos un descanso. Justo enfrente se encuentra La Casa de los Azulejos. Es un edificio que en su interior está repleto de azulejos en sus paredes. Tiene techos muy altos y al juzgar por su apariencia, es antiguo y muy bello. La atmosfera es muy tranquila y acogedora. Nos sentamos en una mesa y la camarera, vestida de uniforme extravagante nos sirve un café delicioso. Sorprendentemente la camarera vuelve a servirnos café sin haberla avisado, le digo cordialmente que no quiero más café, pero ella insiste, ¡y es que en este lugar te rellenan la taza en todo momento!

Zócalo y catedral

 Después del breve descanso seguimos nuestro recorrido. Ahora nos dirigimos al zócalo.
La plaza es enorme y hay una pista de hielo montada. Es el corazón del centro histórico. La bandera mexicana ondea enérgicamente en el centro de la plaza. Enseguida distingo la catedral. Es pequeña, y como todo alrededor, está torcida.

Museo Frida Kahlo

No se puede dejar de visitar este excepcional museo de la famosa pintora mexicana. Se trata de su casa convertida en salas de exposición. Allá residen la mayoría de sus obras de arte. Se puede visitar también su colorido jardín privado.














                                                                                    




Teotihuacan

Desde la ciudad de México es fácil llegar en coche a la Ciudad de los Dioses. Se desconocen los orígenes de la ciudad y la identidad étnica de los primeros habitantes. El paisaje es arenoso, ver pirámides por primera vez es maravilloso. Hace mucho calor a pesar de estar en el mes de Diciembre. Hay dos grandes pirámides que destacan la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna. Subimos a lo más alto de la Pirámide de la Luna y desde allá se disfrutaba de un paisaje hermoso y exótico. Se dice que el centro de la pirámide aporta energía al cuerpo, entre la gente nos hicimos paso por poner el dedo en el centro. Seguíamos cansados, a presar de la carga de energía, y nos sentamos a disfrutar estas extraordinarias vistas.







Cuernavaca

Se trata del sitio de veraneo de muchos ‘defeños’. La llaman la ciudad del a eterna primavera por su variedad de flora. La temperatura es ideal en todas las estaciones del año. Es un sitio muy agradable para pasar días en el sol o haciendo paseos en bici.
Como visita histórica: El palacio de cortés.
Justo enfrente del Palacio de Cortés se encuentra una pequeña plaza/jardín. Hay mucha vida y movimiento. Aquí hay paraditas de comida y zumos naturales hechos al momento.


Acapulco

Es una ciudad costera bastante turística. Nos alojamos en una casa preciosa construida encima de una pequeña montaña. Desde allá se veía el Pacífico reposando bajo la ciudad. Ésta está poblada por casitas pintadas de blanco al estilo marinero. Acapulco es ideal para hacer vida en el mar. Se pueden alquilar lanchas o pequeños yates. Dar una vuelta entre ballenas es una experiencia irrepetible. La fauna marina es también impresionante en tierras Mexicanas, aunque no he tenido la oportunidad de comprobarlo. Pasar unos días en Acapulco es una oportunidad ideal para salir a buscar pequeños restaurantes idílicos o mimarte con desayunos al estilo mexicano con tortitas y frijoles.






Sayulita (Nayarit)

Este es un pequeño pueblo de pescadores realmente encantador. Es un sitio muy tranquilo con calles estrechas y playas desérticas. Organizamos el viaje con un grupo de amigos y nos alojamos es un pequeño y bonito hotel muy cerca de la playa. Dormir una noche allá era baratísimo así como comer cada día, te puede salir a 2 euros por comida. Era impresionante lo poco que gastábamos. Enseguida nos enamoramos de Sayulita. En España no existen playas vírgenes, la playa era nuestra. El único comercio que se encontraba en la arena de la playa era el de una mujer que vendía cocos y piñas vacías, reinventados en una especie de coctel delicioso.
Los tacos y quesadillas, sobretodo de camarón, son los más ricos que probé en todo el viaje y aún los extraño.
Sayulita es ideal para hacer cayac o probar el surf. Es una zona libre de tiburones y las olas suelen ser perfectas. También es bonito hacer un paseo en caballo por la playa y adentrarse en la ‘selva’. El contraste entre mar y un terreno selvático, frondoso de vegetación es impactante y hermoso.